miércoles, 13 de mayo de 2015

Para mi madrina

 
 
¿Qué es una Madrina? 
Yo sé que tú eres algo especial.
Durante meses esperaste mi llegada, estabas presente y me viste cuando sólo tenía unos minutos.
Me cambiaste los pañales cuando tenía sólo unos días.
Imaginabas en sueños cómo sería tu primara ahijada.
Sería algo tan especial como tu hermana.
Con tu pensamiento, ya me acompañabas a la escuela, a la universidad y al altar.
¿Qué sería yo? ¿Sería un honor para los míos?
Pero Dios tenía otros proyectos para mí.
Yo no soy más que yo misma.
Nadie dijo que yo tendría que ser algo precioso.
Algo no funciona en mi cabeza.
Seré por siempre un hijo de Dios.
Soy feliz. Amo a todo el mundo y todos me aman.
No puedo decir muchas palabras, pero puedo hacerme entender y comprender el afecto, el calor, la ternura, el amor.
En mi vida hay seres particulares.
A veces estoy sentada y sonrío y a veces lloro.
Quisiera saber por qué...
¿Qué más puedo pedir?
Claro está que nunca iré a la universidad y que nunca me casare.
Pero no estés triste, Dios me ha hecho muy especial.
No puedo hacer el mal, yo no puedo más que amar.
¿Recuerdas cuando fui bautizada? Me tenías en brazos y esperabas que no gritara, ¡y que no me cayera de tus brazos!
Nada de eso ocurrió y fue un día muy feliz.
¿Por eso fuiste mi madrina?
Se que eres tierna y cálida, que me amas, y que en tos ojos hay algo muy particular.
Veo esta mirada y siento este amor en otros.
Debo de ser especial para tener tantas madres.
A los ojos del mundo nunca tendré éxito, pero te aseguro algo que poca gente puede hacer puesto que no conozco mas que amor, bondad e inocencia, la eternidad nos pertenecerá, Madrina mía.