miércoles, 26 de febrero de 2014

                       
 
Uno camina a lo largo de la vida y trata de cumplir sus metas. Quiere vencer todo lo que se le cruce hasta alcanzar lo que le cause placer y satisfacción
Si me planteara cuáles son las experiencias donde uno más aprende, no dudaría en decir que es "la de tener amigos". La de llegar a encontrarlos, la de llegar a la confianza necesaria para expresar cualquier sentimiento delante de él.
 
Un simple gesto puede ahorrar mil palabras, una mirada puede curar heridas, un abrazo puede demostrar el afecto. Amigo es hermano, es compañero, es libertad.
Como no ser feliz, cuando se tiene al lado alguien, que da consejos y recibe los tuyos que se pone en tu lugar y te entiende, que te considera parte de su historia. Porque serlo no es nada fácil.
 
Creo que la entrega constante hacia el otro es lo que va formando esa unión. Digo constante, porque más allá de cual sea el motivo que los separe, la amistad no tiene final. Sino que se va construyendo a lo largo de la vida. 
 
A veces pienso en los que viven en soledad, los que no comparten sus penas y siento profundo dolor por ellos, no olvido que puede estar la familia. Pero insisto que determinadas situaciones de la vida solo se pueden enfrentar con ciertas personas...
 
Para se más exacto, en lo que respecta a mi, y agradezco a Dios haberos conocido, en esas situaciones tengo a mis fieles compañeros de aventuras que me siguen y me respetan. Que los sigo y los respeto. Pero sobre todo, a unos simples y fieles amigos. No hacen falta palabras para demostrar lo que siento, pero es bueno expresarse, cada uno a su manera, pero si de amigos se trata todo vale. Espero que sigamos compartiendo momentos inolvidables y que la vida nos ayude a crecer como personas.